Emilio está muy feliz por tener al gran amor de su vida en frente pero se lo traga, no quiere que nada salga mal. No quiere que Fran se aleje de su vida, es por eso que se esmera en tratar bien a la esposa.
--tu marido va a ser una estrellla y por eso debe vivir como el mejor... no se precupe que todo me lo cobraré cuando triunfe.
Ella se queda tranquila Fran no. Eloisa abraza a su esposo con orgullo. Fran aprovecha para besarla. No deja escapar oportunidad de demostrar a Emilio que le gustan las mujeres, aunque Emilio ya lo sabe.
--venga, que les enseño el resto de la casa... pueden hacer todos los cambios que sea necesario... ya mañana empezamos con el disco, puedes venir cuando quieras a firmar el contrato y buscar tu cheque...
Fran se mantiene alejado de Emilio, que no este por detrás de él, se pone nervioso, no permite que se rocen. No se separa de su esposa a la que tiene abrazada. La pequeña Cristina ya ha recorrido toda la casa:
--está casa es un sueño.
Fran toma en brazos a la pequeña que se ríe siempre que mira a Emilio. Emilio de reojo a Fran pero no se atreve a dirigirse a él. Habla con Eloisa:
--tiene usted una familia muy linda, estoy seguro que les va a ir muy bien y espero que se sientan cómodos en esta casa.
Fran deja a su hija en el piso pero no la suelta. Besa a su esposa y dice:
--estamos muy enamorados, lo tenemos todo para ser felices...
Aunque es lo que más desea, Emilio procura no mirar muy fijamente al guapísimo marido de Eloisa para que la mujer no se dé cuenta de nada y para no hacer sentir más incomodo a Fran.
,En la noche, Eloisa y Fran se desnudan en la gran habitación de matrimonio.
--esta casa es a todo dar ... ese chico debe confiar en ti mucho...
Fran se pone nervioso:
--espero que no me lo quiera cobrar... --susurra.
El guapo chico se pone nervioso. Se siente mal en aquella casa, en esa cama.
--¿tu crees que alguien habrá dormido aquí antes? --dice él desnudo frente a la cama y sin querer meterse.
Eloisa está ya dentro de la cama esperando a su esposo con ganas de guerra.
--¿¿como crees?? se ve de sobra que es nuevecita...
Fran más tranquilo se mete en la cama. Mira a su alrededor. Mira a su esposa asustado.
--¿que pensaría ella --dice para sí-- si supiera que Emilio me da todo esto porque se quiere acostar conmigo? --dice para sí.
Le da horror que se esposa pueda pensar que es gay.
--tengo que hablar muy claro con Emilio, que sepa que no soy como él y que ni a la fuerza me tendrá... voy a trabajar duro y le pagaré todo lo que haga por mi... No quiero deudas que después me las pueda reclamar en forma de cochinada...
Eloisa está ya encima del desnudo cuerpo de su esposo haciéndole todas esas cosas que a los dos les encanta pero él no se relaja.
--¿¿que te pasa?¿que tanto piensas? --dice ella.
Fran está tenso:
--es el viaje, la casa nueva... estoy cansado...
Ella es muy apasionada, muy ardiente:
--pues yo estoy hambrienta de ti, si quieres no hagas nada.... yo lo hago todo por ti...
El deseo que ve en los ojos de su esposa lo anima, le gusta sentirse tan deseado. Cierra los ojos y disfruta del sexo.
A la mañana siguiente, Fran tiene una cita de trabajo con Emilio. Le da su cheque y firman el contrato.
--ahora ya te dejo en manos de los que se encargaran de tu disco, de tu carrera...
--Menos mal, crei que ibas a estar tú todo el dia conmigo --dice Fran tenso.
--¿te pasa algo conmigo...?
Fran está muy angustiado. Le da vergüenza hablar las cosas claramente pero tampoco las quiere dejar así:
--yo te agradezco que me des una oportunidad... pero es que la casa... este cheque... es que todo es demasiado... espero que no te hagas ideas raras de mi...
--¿porque lo dices, porque soy gay?
Fran está muy nervioso. No le gustaria tener que oír una confesión de amor.
--a mi me gustan los mujeres... Me encantan las mujeres... Ahora porque estoy muy enamorado pero me vuelven loco todas... Yo jamás he sentido ningún interés por un hombre... ¡¡jamás¡¡
--eso lo sé... ¿tiene algo de malo que quiera ayudarte...?
--no pero es que tal vez tu esperes algo de mi que yo no te pueda dar...
--lo que espero es que seas felz, que triunfes y me gustaria que fueras mi amigo, que no estés tenso cuando estoy yo...
--si tu me prometes que tú te quedas en tu lado y a mi me dejas en el mío si vas a respectar que soy un hombre casado intentaré que nos llevemos bien...
--por supuesto... es que yo siempre he sabido que a ti te gustan las mujeres... ¿que tenia que esperar de ti? jamás he esperado nada y jamás esperare nada... pero yo puedo ayudarte y me hace ilusión hacerlo... si te ayudo a triunfar ya me sentiré feliz.
Fran sonríe más tranquilo. Se dan la mano.
Rosa Alma está trabajando en casa de Clemente. El hombre le da conversación:
--¿y que tal tu hijo?
--no me habla, se la pasa triste, estoy preocupada... No hace más que reclamarme que no vaya de negro, quiere que sea una viuda amargada cuando su papá no se lo merecia.
él acaricia la mano de esa mujer y Rosa Alma tiembla de gusto. Lo mira muy enamorada.
--quieres...?
Rosa Alma lo interrumpe feliz:
--¿si?
Piensa que al fin ese hombre que tanto le gusta se le va a declarar. Clemente continua:
--quieres que yo hable con el...?
Rosa Alma se siente decepcionada porque no era eso lo que esperaba pero le gusta que el hombre se preocupe por su hijo porque eso la hace estar segura que al hombre le gusta ella.
--seria peor... Mi hijo cree que entre tú y yo hay algo... mira que tontería... --dice Rosa Alma intentando sonsacar al hombre de sus sentimientos.
Clemente no tiene segundas intenciones con su empleada.
--tal vez debes llevarlo a un psicologo...
--no va a querer...
--ahora que empiece el curso yo velaré por él...
--tengo miedo que te diga alguna groseria... tú eres el director y no quiero que te falte al respecto delante de los otros niños...
--tranquila, Moisés es un buen chico. Yo sabrá como tratarlo.
Rosa Alma lo mira enamorada y le agradece su apoyo. Aunque ella lo ve como algo más, él la trata como un buen amigo.
Varias semanas después... comienza el nuevo curso. Moisés y Pajarito llegan a clase juntos.
--Ya tenia ganas de que empezara el curso...
--¡¡no fastidies...¡¡
--¡¡es que así estaré menos en casa¡¡
--pero si ya no estabas nunca..
--¡¡¡¡pero podré fastidiar a los profesores... El director se va a enterar de quien soy yo...¡¡¡
--Mira que Don Clemente es muy severo...
Moises ríe y dice:
--¿crees que el amante de mi madre se va a atrever a expulsarme?
Hay mucho rencor en los ojos del adolescente. Junto a su amigo prepara las bromas más pesadas. A la primera profesora le cortan las patas de la silla y la mujer cae enseñando todo el refajo. En seguida llega Clemente todo serio. Mira a Moisés pero nadie dice nada. Al segundo colocan un bote de tinta encima de la puerta y al profesor se le cae encima. Clemente vuelve, Moisés y Pajarito chocan las manos divertidos porque no les pasó nada. Durante la hora del recreo, meten unas raras en la bolsa de varias niñas y también en el cajón de la mesa del miedoso profesor. Al comenzar la clase todo se llena de ranas y niñas y profesor gritando. Clemente llega y advierte:
--¡¡la proxima broma todos quedan expulsados¡
Mientras esperan al próximo profesor y ultiman la broma, Moises les dice:
--Mi madre se acuesta con el director... no nos va a pasar nada... Esta broma tiene que quedar bien buena... el profesor de matemáticas es el peor y se lo merece...
Aunque los alumnos no participan si animan a Pajarito y Moisés que son los artífices de todo. El profesor llega bien contento porque todos están en su sitio. A pesar que le han advertido él está seguro que no se atreverán a gastarle una broma. Abre la puerta. Mira con cuidado que no haya nada encima y no se fija que ha pisado una caca de perro que le han puesto. El hombre se enfurece, todos se ríen.
--¡¡quien haya sido me lo va a limpiar con la lengua¡¡¡
El hombre se apoya en el tablón de anuncios sin darse cuenta que los chicos lo han llenado de pinchos. Todos se ríen y el hombre está que se los va a matar a todos. El hombre se saca el zapato:
--¡quien haya hecho esto se lo va a comer¡¡
Está tan furioso que no mira hacia delante. Se va a apoyar en la mesa sin darse cuenta que las patas están atadas con cuerdas y Moisés y Pajarito estiran, debajo de la mesa los chicos lo han humedecido con aceite y le han puesto un piel de plátano (y eso queda al descubierto al apartar la mesa) y sin darse cuenta el profesor pisa eso y cae de espaldas. Las risas pronto se cortan al darse cuenta que el profesor se ha dado un fuerte golpe en la espalda y no se levanta.
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