sábado, 28 de noviembre de 2020

capitulo 15

 






Eloisa está desesperada porque Moisés tiene un fuerte golpe en la cabeza.  No sabe qué hacer.

--¡¡¡¿¿y como justifico que este niño esté aquí y desnudo??

Eloisa está arrodillada frente al guapo y travieso adolescente, acerca su cabeza al del adolescente para asegurarse que respira:

--¡¡en que lío me metí¡¡esto es un castigo por gustarme este niño¡¡me he vuelto loca¡¡

La angustiada profesora no se da cuenta que Moisés ha sonreído bien orgulloso por las palabras de ella. Los labios de ella tan cerca de los suyos son una tentación y los besa y Eloisa los responde y los dos se funden en un beso de fuego. Moisés siente escalofríos por todo el cuerpo y es que nunca había sentido tanta pasión. Ella siente unas cosquillas en el alma que le gusta y le asusta. Se aparta de él:

--¡¡eres un mentiroso¡¡

Él se levanta y la provoca con su desnudez:

--yo sé que te mueres por hacerme el amor... lo podemos hacer ahora... ¿¿me tumbo aquí? --dice muy seductor y señalando el sofá.

Eloisa está furiosa por el descaro del adolescente, está furiosa con ella misma por lo que está sintiendo, está furiosa con Moisés por haberse aprovechado de la situación aunque ella ha disfrutado mucho ese bese. Lo bofetea mientras furiosa le dice:

--¡¡eres un imbécil¡¡

Moisés se tira sobre ella y le dice:

--¡¡ahora si no te acuestas conmigo te acusaré de malos tratos...¡¡ ¡¡la vas a pasar muy mal...¡¡¡¡en cambio si hacemos el amor será genial... me podrás enseñar lo que tu quieras... tu juro que aprendo rápido¡¡puedo ser tu alumno de placer, puedo hacer realidad todas esas fantasias que una mujer como tu debe tener¡¡

Aunque se esfuerza por verlo como un simple alumno, a Eloisa le es del todo imposible. Lo tiene delante de él con una lanza muy dura entre las piernas y sólo puede verlo como un hombre que le gusta, que le gusta un mucho. Está desesperada ya que lucha contra lo que está sintiendo:

--¡¡pero esto no puede ser...¡¡

--¡¡a ti te gusto... no te va a costar nada... nos la vamos a pasar bien y luego lo olvidamos... nadie se va a enterar...¡¡

--¡¡estoy casada y eres un niño...¡¡¡ ¡¡es delito...¡¡

--tambien es delito golpear y herir a los alumnos...

Él se acerca a ella con el arma entre las manos dispuesto a disparar. Ella está muy excitada pero sabe que no se debe dejar llevar:

--¡¡entra en razón...¡¡¡¡respetame como mujer y como profesora¡¡

--¡¡yo sé que a ti te gusta que te trate así, lo veo en tus ojos... aunque me dices que no... sé que quieres tener mi pistola en tu boca, en tu cuerpo...¡¡

Eloisa mira el instrumento de él instintivamente. Él se rie y dice:

--no seas tonta, me la puedes tocar... puedes tenerla en tu boca.

Eloisa se lleva las manos a los oidos:

--¡¡ya deja de decir cochinadas¡¡¿¿te parece a ti que todo esto es normal¡¡

El adolescente está mi ansioso:

--¡¡a mi no me importa nada... sólo que me quiero acosar conmigo¡¡

--¡¡pues eso no va a pasar, vistete...¡¡

--¿¿y como vas a justificar el golpe que tengo en la cabeza?? Es muy fácil, si tú te acuestas conmigo yo diré que me caí por las escaleras, que sólo fue culpa mía pero sino diré que me pegaste, que no es la primera vez¡¡

Eloisa está ya desesperada:

--¡¡te vas a desangrar¡¡

Eloisa toma un pañuelo y se lo pone en la cabeza a él. Él la estrecha contra su pecho y le roba en beso.

--eres una tonta... con lo bien que nos la podriamos pasar los dos juntos... Hariamos cosas ricas que nos gustarias a los dos.

Eloisa sofocada agarra la mano de él y se la pone en la herida cubierta con el pañuelo y con la dureza de una madre pero con la mirada de una amante le dice:

--¡¡sujétatela¡¡

Moisés la mira obscenamente y se agarra el arma con una mano:

--¿¿que me quieres hacer? --dice muy divertido.

Ella está alterada, sofocada, angustiada, muy pero muy excitada:

--¡¡no seas cochino¡¡que se sujetes la herida¡¡

--ah.. es que como tienes esa cara de degenerada y no haces más que mirarme abajo...

Eloisa se aparta de él, con una mano de aguanta el pañuelo y con otra la...

--¡¡vístete¡¡

Él hace que no con la cabeza muy seductor. Es ella la que le sube la ropa temblando de deseo.  Tiembla cuando pasa por encima del arma del deseo. Le deja los pantalones desbrochados...

--¡¡acabate de vestir¡¡

--no, s7beme la cremallera tú...

--¡¡ahora mismo te llevo a urgencias¡¡

--¡¡pues vamos así¡¡

Eloisa abre la puerta:

--¡¡vamos¡¡

Moisés la mira con una cara de pervertido que está aprendiendo mientras se abrocha los pantalones. 

--¡¡vamos hacia el coche, yo voy a ver a Clemente para decirle lo que pasó¡¡

--¿y que le dirás? --pregunta Moisés burlón.

Clemente, que está muy pendiente de Eloisa, se les acerca ya que la buscaba:

--me angustié al ver tu clase vacía, ya suponía que había pasado algo con este.

Moisés pone cara de bueno mientras Clemente le dice:

--¿¿que has hecho esta vez?

Antes de que el adolescente hable, Eloisa es la que dice:

--¡nada, estaba jugando con su amigo Pajarito, haciendo bromas y rodó por las escaleras... yo me lo llevó para curarlo, pues es serio... habrá que hacerle puntos¡¡

Clemente levanta el pañuelo al niño y dice:

--si, es serio... yo os acompaño... esperarme en mi coche que voy a dar orden para que te sustituyan...

Moisés y Eloisa están solas. Ella está más tranquila porque su alocado alumno no la echó de cabeza con el director. Moisés se acerca a ella:

--me debes hacer el amor --le dice él.

Eloisa está muy alterada y es que le gusta mucho estar al lado de ese adolescente, le gusta mucho verlo desnudo. 

--¡¡esto es una locura --piensa para sí-- es un niño y yo estoy casada, hoy es el segundo día que lo veo... ¡¡no puedo estar sintiendo estas cosas que son inapropiadas¡¡

Clemente sube a su auto, él quiere que Eloisa se sienta a su lado pero Moisés dice:

--no, la profesora que se siente detrás conmigo... no sea que me ponga malito...

Clemente acepta a regañadientes, Eloisa está muy nerviosa. Ella y su alumno se sientan detrás. Moisés aprovecha una curba para apoyar su cabeza en los senos de ella, ya no se le trasparentan pero están humedos. Profesora y alumno se desean y los dos están muy a gusto el uno en el otro.  Llegan a urgencias, a Moisés le tienen que coser la herida y se lo llevan. Eloisa queda muy angustiada. Clemente está muy excitado, la abraza:

--tranquila, es una tontería... todo saldrá bien.

Clemente desea ardientemente acostarse con Eloisa. La mujer sólo piensa en él y se aparta de Clemente:

--¿no crees que deberíamos avisar a la madre de Moisés?

Aunque a Eloisa lo que menos le apetece es ver a Rosa Alma quiere marcar la distancias con Clemente aunque no imagina que él fue el primer hombre en su vida y que él desea volver a tenerla en su cama. Al rato una enfermera dice que ya pueden pasar a ver a Moisés que saldrá en un momento. Clemente se queda a esperar a Rosa Alma y Eloisa va con su alumno. Moisés está sentado en una camilla sin camisa. Eloisa se le acerca. Los dos se sonríen.

--¿como estás? -le pregunta ella-- ¿¿te duele?

Él la acaricia:

--me gusta que te preocupes por mi, pero todo está bien no pasó nada.

Él va acercando sus labios a los de ella y ella no los puede rechazar.

--no hagas esto... nos pueden ver --jadea ella.

--pues si no quieres que te bese apártate de mi.

Él sonrie ya que ella no se aparta y los dos se funden en un apasionado beso de amor.

--¡¡mi hijo... ¿¿donde está mi hijo? --Es Rosa Alma que está llegando.

Clemente va detrás de ella:

--tu hijo está bien... no le pasó nada...

Rosa Alma entra en la habitación en la que está su hijo  con Eloisa besándose.


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