En la mañana, Eloisa se despierta temprano. Su hijo y su madre aún duerme y ella baja a la playa. Es como si algo la llamara. Moises siempre se levanta el primero. Le gusta darse un baño desnudo en la playa. Ese día ninguno de los dos imagina que es el que el destino ha elegido para unirlos. Eloisa camina por la arena mientras Moisés se baña. Pasa ella al lado de la ropa de él. No sabe bien que le pasa pero ese ropa la atrae. Está toda.
--¡¡está desnudo¡¡
Ella no entiende lo que le pasa pero se le viene a la cabeza Moisés y la primera vez que lo vi desnudo. Se estremece. No lo puede evitar y agarra la camiseta:
--¿que es lo que me está pasando?
Desde el agua Moisés ha visto como alguien agarra su ropa y sale de prisa desde la orilla grita:
--¡¡deje mi ropa en paz, señora¡¡
Eloisa vibra, no puede ser. Se gira y se topa con Moisés mojado de la cabeza a los pies y desnudo. Se olvida todos los años de sufrimiento en una cárcel, hay ternura por volver a verlo... Hay amor... Mucho deseo... En momentos de deseo pensó muchas veces cómo sería el cuerpo desnudo del chico y por fin lo está viendo. Es muy hombre, un hombre que le atrae y mucho. Moisés está temblando, la ama y le gusta como lo mira pero el rencor es lo que domina.
--Eloisa... ¿¿tú aquí?
--Moisés... que sorpresa...
Los ojos de ella vibran, curiosamente, es él quien tiene más rencor de los dos. Eloisa está demasiado feliz por estar libre y con su hijo, por tenerlo a él frente a frente. Moisés se cubre con la toalla y con cierto desprecio dice:
--usted no tiene derecho a mirarme de esa manera... Ya no...
--Si, ya me imagino que para ti nada de lo que yo he pasado te importa...
--¿¿lo que tú has pasado?? ¡¡por favor... que tontería ¡¡tú solo te divertiste conmigo y luego te fuiste con tu marido y me olvidaste y no te importó nada de lo que a mi me pudiera pasar¡¡
--¿¿de que hablas?
Moisés escupe todo el odio que lleva clavado en su alma:
--¡¡mientras tú te divertías con tu marido yo he estado encerrado en un internado pagando por el delito de amarte y tu en cambio me olvidaste en brazos de tu marido¡¡
Eloisa lo escucha boquiabierto. No entiende nada.
--Moisés, yo... creo que tenemos que hablar...
Él tiembla al tenerla cerca pero el rencor no le deja descubrir sus sentimientos:
--¡¡no... yo no tengo nada que hablar contigo¡¡¡tú te divertiste conmigo y yo contigo... la única diferencia es que a mi si me lo hicieron pagar pero no me arrepiento ya que gracias a todo eso conocí al amor de mi vida... Tengo novia y estoy muy enamorado... No te necesito nada... Si buscas sexo buscate a otro joven, yo te puedo presentar a varios amigos locos por conocer a una cualquiera como tú.
Eloisa no se da cuenta que Moisés está hablando desde el dolor y que miente. Carolina, cuya casa está frente al mar, siempre que ve a Moisés se acerca a él. Moisés la ve.
--ahí viene mi novia...
Moises agarra su ropa y se va tras Carolina. No dice nada más a Eloisa. Moisés corre hacia la joven y la abraza y la besa. Carolina está feliz, no se da cuenta que Moisés solo piensa en Eloisa y lo que quiere es que sienta celos. Eloisa está muy dolida. Se traga sus lágrimas y se va del lugar. Moisés está muy nervioso cuando se gira. Ya no ve a Eloisa y es algo que lo entristece. No puede dejar de pensar en ella:
--estaba tan linda... ¡pero ¿¿que hacia aquí?¡ --piensa.
Su joven corazón está latiendo con mucha fuerza:
--¡no tengo que volver a caer... tal vez solo quiera volver a usarme para volver luego con su marido y con lo que me ha costado que mi madre me diera cierta libertad... No puedo permitir que Eloisa me vuelva a arrastrar no¡¡¡para ella es muy fácil si sólo yo soy el que pago las consecuencias¡¡ --piensa.
Carolina está tan feliz que no se da cuenta que su amigo llora por otra mujer.
--me amas... ya me amas...
Moisés la escucha perplejo:
--¿de qué hablas?
--Si me besaste es por me amas...
--Carolina... somos amigos... A nosotros no nos une el amor... somos amigos y bueno nos gusta divertirnos juntos pero el amor es otra cosa... Yo solo soy tu amigo y podemos experimentar juntos pero ni tú eres el amor que yo espero ni yo soy el hombre para ti...
Carolina se traga su dolor:
--si claro sólo somos amigos y puedes hacer todas estas cosas... solo es que me confundí...
--espero que tú tengas claro que sólo somos amigos nada más...
--claro... claro que si...
Carolina lo mira con mucho cariño y tambien le gusta mucho verlo casi desnudo. Le gustó algunas de las cosas que hicieron en su primera vez. Quiere hacer lo posible para ganarse su amor.
--al medio dia no hay nadie en mi casa... si quieres podemos vernos... Nos podemos divertir...
MOisés pone cara de degenerado. Más que nunca necesita estar con ella porque se quiere olvidar de Eloisa:
--si claro... para pasar un buen rato no hay nada mejor que los amigos y eso siempre apetece... No faltaré...
Carolina espera que aunque sea solo por sexo acabe atrapando a ese joven que tanto le gusta.
Eloisa llega a su hotel muy alterado.
--recoge tus cosas mamá... nos vamos...
--pero hija no nos podemos ir así... ¿¿que es lo que te pasa?
--¡¡Moises... Moisés está aquí¡¡
--¿¿como?
--su madre lo internó... nada sabe de mi... No sé porque pero creo que a mi no me condenaron y por supuesto ni imagina que tenemos un hijo... ¡¡cree que volví con Fran¡¡
--¡¡eso seguro que fue cosa de la madre... por eso nunca dejó que el niño declarara y eso te hubiera ayudado¡¡¡ --Cristina con rabia.
Eloisa está muy alterada:
--¡¡yo durante todos estos años creí que a él no le importó mi suerte, que no me ayudó porque no se le pegó la gana y no lo sabia...¡¡
--¡¡hija, no me des ese disgusto¡¡¿hablaste con él? hija... no dejes que te vuelva loca otra vez con sexo ¡¡sexo y sexo¡¡
--está tan guapo... y yo... más que nunca sentí que lo amo... no fue solo sexo... sino no lo habria seguido recordando...
--sea lo que sea --llora Cristina-- es un amor prohibido... Aún te puedo hacer más daño... ¡¡hasta podrias volver a la cárcel¡¡
--tranquila mamá... sí hablé con él y aunque ganas no me faltaron no le dije nada porque él tiene su novia, su vida y yo no tengo derecho a irrumpir en ella, en destruirle su mundo... Además... tienes razon... ya hice mal las cosas una vez... fui mujer y no madre. Ahora lo único que me importa es recuperar el tiempo perdido con mi hijo y sobretodo recuperar a mi hija...
--prepararé maleta, nos tenemos que ir de inmediato... ¡¡no podemos estar aquí ni un segundo más...
Madre e hija están muy alteradas. Eloisa no hace más que pensar en Moisés.
--¿¿que es lo que me hiciste que no te puedo olvidar?¿¡qué?¡
El pequeño Moisés se queda un poco confundido cuando le dicen que se van ya. Su mamá le convence que no, que estaban solo a mitad del camino. Regresan al autocar para cambiarse de ciudad e ir a otra playa aún más lejana. Mientras deja la ciudad, Eloisa no puede dejar de mirar ese mar que le trajo a Moisés. Se excita mucho recordando el cuerpo desnudo de Moises:
--es un hombre... un hombre que me gusta... ¡¡él hombre que yo amo¡¡ --dice ella para si.
Eloisa vibra pensando en el cuerpo varonil del niño que estrenó, piensa en como serán ahora sus besos, sus abrazos... y aunque se dice mil veces que no puede ser no deja de pensar en él...
Días después... como cada mediodía, Carolina y Moisés van a casa de la joven a jugar con sus cuerpos. Para ella hacer el amor es un acto de entrega de alma y cuerpo. Espera que el chico la acabe amando. Para Moises es algo divertido, algo que cada vez le gusta más hacer. Van aprendiendo más y Moisés cada vez tarda más... Carolina va sintiendo placer en la penetración y eso hace que los jóvenes se descuiden y no vigilen el tiempo y sean sorprendidos por la madre de ella. A pesar de las suplicas de la adolescente, su madre no la comprende y les ordena que se vistan mientras llega al padre. Los amigos están muy asustados. Llega el padre que agarra por el cuello a Moises.
--¡¡papá yo lo amo... somos novios¡¡
Moises traga saliva, no le apetece nada que lo comprometan con Carolina. Además no deja de pensar en lo que pasó cuando lo descubrieron con Carolina. El hombre no acepta, para tranquilidad de Moisés, un noviazgo entre su hija y Moises y dice:
--¡¡que se puede esperar de un chico que a los 12 años se acostó con su profesora¡¡
--eso quedó atrás... --dice Moisés triste, le duele que le recuerden eso.
--¡¡yo nunca debí olvidarlo... nunca debí permitir que mi niña fuera amiga de un chico que tiene a su amante en la cárcel y hasta le dio un hijo...¡¡
--¿¿de que habla? --Moises boquiabierto.
--cariño, recuerda que Rosa Alma nunca le dijo la verdad... No se lo digas tú... --dice la madre de Carolina a su esposo.
--¿¿que verdad? --pregunta Moisés con el rostro desencajado.
El padre se da cuenta de su error y se calla, Carolina es la que dice:
--Eloisa ha pasado todos estos años en la cárcel... tu mamá no quitó la denuncia... además Eloisa tuvo un hijo en la cárcel que siempre dijo que era tuyo...
---no puede ser.... ¿y el marido? --dice Moisés con los ojos fuera de las órbitas.
--se divorciaron en seguida... --Carolina.
--¡¡mi madre me engañó¡¡
--fue para protegerte... yo por eso tampoco te dije nunca la verdad... --Carolina.
--¡¡un hijo... tengo un hijo¡ --dice Moisés llevándose las manos a la cabeza.
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